MANUEL BOIX

 

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LAS OBRAS EXPUESTAS

 

 

 


Darrere de Harrison Street (Detrás de Harrison Street). 1986.
Óleo sobre tela. 23 x 17,5 cm.
Presència (Presencia) . 1986.
Carboncillo y óleo sobre tela. 20 x 15 cm.
Endoll (Enchufe). 1986.
Óleo sobre tela. 23 x 17,5
cm.

 

icent J. Escartí

 


LA MALETA DEL PINTOR

En La maleta del pintor (1987) Boix realiza una de las pocas piezas que podríamos considerar instalación, si utilizamos una terminología al uso. En este sentido, el pintor, a partir de una referencia personal —la estancia a Nueva York en beca de estudios y creación— tomaba el motivo de la maleta como símbolo de su propia trayectoria. En la maleta,
en el bagaje del autor, Boix llevaba —se llevaba— una serie de experiencias que lo situaban en el contexto del arte europeo hecho desde Valencia. El salto del Atlántico hizo que se encontrara no solamente con unas corrientes nuevas —en la medida que no las había vivido aquí—, sino que lo condujo a tratar de incorporar unas enseñanzas que, derivadas del ambiente neoyorquino y de los museos de los Estados Unidos acabarían también formando parte de su personalidad como creador.

Perfil incomplet. 1986.
Perfil incomplet (Perfil incompleto). 1986.
Tinta china sobre tela. 17,5 x 23 cm.

La instalación resultante de aquella maleta es un conjunto de obras que en ocasiones no resulta fácil de catalogar. Junto a cuadros tradicionales —pinturas—, se pueden encontrar dibujos y materiales que, provenientes de un reciclaje selectivo, quieren que el espectador se aproxime, sin reservas, a la obra del autor. Boix, al sugerir e incitar a tocar los materiales reunidos dentro y al entorno de la maleta, no deja de seguir en su línea de provocación, que en resumen, pretende hacer pensar a quien contempla sus obras.
Por otro lado, el hecho que Boix pase de la bidimensionalidad del lienzo a la materialización del objeto por él mismo, no deja de ser un síntoma que preludia —y en parte recupera— los intereses de Boix por la escultura. Lo evidencia claramente el hecho que la caja de pinturas que contiene se transforme, a la vez, en pintura objetual: dentro de la cajita encontramos la representación de la ciudad, como si quisiera indicar que, al pintor, no se le escapa nada. Y se acompaña de los materiales que le son imprescindibles: pinceles, pigmentos, papeles...

 

 

 

 

 

Caja del pintor ante el skyline (foto).

La maleta del pintor. 1987.

La maleta del pintor.1987.
Técnica mixta. 64 x 52 x 80 cm.

Exposiciones:
— Venticinco años de arte contemporáneo español en la Sala Luzán. Saragosssa (11 diciembree-1987-15 enero), 1988.

Catálogo:
— Venticinco años de arte contemporaneo español en la Sala Luzán. Edición de la Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón. Zaragoza, 1988. P. 46

 

 

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